Mientras algunos avances científicos tienen efectos indirectos o lentos en la sociedad, otros inciden rápidamente y conllevan cambios significativos en las formas de vida. Este ha sido el caso de algunos descubrimientos, desarrollos tecnológicos y teorías científicas asociadas a la salud. A partir del siglo XIX, en el campo de la biología, la microbiología, la genética y en el de varias disciplinas médicas, algunos avances dieron lugar a nuevas perspectivas sobre la condición humana y sus diferencias. Al tiempo que estos avances han mejorado la salud, aumentado la esperanza de vida y favorecido las condiciones de vida de la población humana en prácticamente todo el mundo, el uso social del conocimiento científico también ha involucrado intereses ideológicos. Si bien las ciencias saben de sus limitaciones y vacíos y están en constante transformación, las explicaciones de algunos fenómenos con alto impacto social que estudian las ciencias entran en circulación en las sociedades y nutren las necesidades simbólicas y políticas con significados propios. A menudo, en diferentes escenarios sociales, sobreviven explicaciones superadas por las ciencias o los nuevos conocimientos se traslapan con los antiguos y sirven para explicar las diferencias entre grupos humanos.