Los artistas hacen lo que hacen para que alguien lo vea. Es decir que el arte, si lo pensamos como lo que hacen los artistas, está destinado a un público. Actualmente, puede decirse que existe una brecha entre el entendimiento del público y el arte contemporáneo. A partir de una revisión histórica de las exposiciones y sus manifestaciones iniciales, este curso plantea un diálogo entre los estudiantes –como espectadores- y la figura de la exposición, entendida como un discurso. Mediante la observación crítica, reflexiva, el pensamiento analítico, regido por una actitud curiosa, e impulsada por la experiencia emocional e intelectual de crear puentes de comprensión del formato expositivo desde su contexto, el curso brinda a los estudiantes herramientas para enfrentarse a las exposiciones de arte contemporáneo. Lo anterior implica también, entender el formato expositivo como un discurso político –es decir situado en un argumento- y al público como un agente que puede emitir una respuesta a dicho discurso. Contar con herramientas para entender el –aún hoy a veces ilógico, a veces incomprensible- mundo del arte contemporáneo, propicia también a la articulación analítica, de cómo nosotros, desde nuestra subjetividad, vemos no solo el arte sino desde una perspectiva más amplia, el mundo que habitamos.
La idea de disponer objetos, cosas, ideas y la actividad de agruparlas, manipularlas, reunirlas, estudiarlas y mostrarlas mediante el formato de una exposición es un sistema de conocimiento heredado. El modelo de mostrar –mediante una exposición- presente en el siglo XVIII, se convertirá más adelante en una de las condiciones de la cultura occidental. El acto de hacer público algo -en cualquiera de sus formas- y sobre todo a través de una exposición, es una estructura jerárquica produce formas particulares y generales de comunicación y conocimiento, pues hay implícito un acto de selección; algo se incluye y algo se excluye. En este punto radican las implicaciones y responsabilidades de fondo en la circulación de productos culturales, como lo es el formato expositivo. A la hora de representar el mundo, los museos, sus colecciones y las exposiciones constituyen una visión enciclopédica y al mismo tiempo un argumento y un discurso que en parte ha determinado nuestra percepción. De esta forma, el curso pretende dar a los estudiantes herramientas que les permitan desarrollar una sensibilidad estética que comprende la observación y el análisis de las exposiciones como discursos a ser cuestionados y analizados partiendo del contexto en el que son realizadas.