Este curso es una introducción práctica al pensamiento crítico. En su sentido más general la noción de crítica implica poder discernir, distinguir, analizar (del lat. “criticus” y éste del gr. κριτικός “kritikós” – “capaz de discernir”, proveniente del verbo κρίνειν “krínein” – “separar, decidir, juzgar”). En este curso entendemos de manera situada y práctica esta capacidad de discernimiento, y por eso, privilegiamos el desarrollo de habilidades y herramientas que permitan el ejercicio de pensamiento crítico, más que meramente exponer un conjunto de teorías filosóficas sobre el tema. Por ello, resulta también importante apreciar que hay diversas concepciones del pensamiento crítico, no sólo una, y que es preciso explorar sus potencialidades y limitaciones. Estudiaremos tres de ellas: la de la tradición de la filosofía analítica, la de la tradición de la teoría crítica marxista, y la de la tradición del pensamiento anti-racista o decolonial. A partir de esta concepción diversa del pensamiento crítico, el curso se articula en torno a tres actividades cotidianas que requieren pensar críticamente: enfrentarse a dilemas, participar en debates, y también pensar y expresarse más allá del lenguaje discursivo (entendiendo las imágenes, los gestos y los afectos también como medios del pensamiento). Nuestro enfoque en la práctica enfatiza la necesidad de identificar sesgos, prejuicios y ciertas tendencias injustificadas a considerar algunas formas de pensamiento como más naturales que otras; e implica también atender a cómo las formas de pensar se arraigan y se movilizan en nuestros cuerpos, nuestras prácticas, y nuestras relaciones con nosotros mismos y los demás.