En 1959, con el triunfo de la Revolución cubana, el continente latinoamericano conoció quizá el hito más importante del siglo XX. Tanto para sus simpatizantes como para sus detractores, la Revolución marca el fin de una época y el inicio de una nueva era. Mientras que para miles de jóvenes abrió el paso a la esperanza revolucionaria, para otros no fue más que una tiranía que había que frenar a cualquier costo. En plena Guerra fría, las tensiones entre unos y otros dominaron buena parte de los debates de la época en todo el continente latinoamericano. Al mismo tiempo, otra “revolución” estremecía los cimientos culturales, sexuales, morales, religiosos, de la región. La juventud, con toda su carga de irreverencia, empezaba a transformar las costumbres, las relaciones sexuales, los patrones familiares, las modas, las jerarquías tradicionales, la música, etc.
El curso estudia estos procesos políticos, religiosos, culturales, demográficos, etc., a través de los cuales las nuevas generaciones intentaron transformar el continente latinoamericano entre finales de los años 1950 y comienzos de la década de 1980