Código
CBPC-1149
Descripción
Durante el día anhela, piensa, intuye, teme, goza, confronta, analiza, proyecta…; cuatro o cinco veces en la noche asiste a las experiencias más extrañas e inesperadas que le sea dado conocer. Es la misma mente, la mente de cualquier ser humano en este mundo, que parece jugar en dos dimensiones que se oponen. Dos matemáticos, de esos que desarrollan la capacidad de pensar dentro de los cauces rigurosos de la lógica, efectuaron, sin embargo, un acercamiento íntimo y profundo al ámbito de los sueños. Y lo hicieron con la lucidez despierta, de ahí que hubieran podido plasmar su hallazgo en sendas obras escritas. En este curso nos aproximaremos a ellas.
La del uno, Charles Dodgson, que al inicio de la modernidad inventó a un escritor –Lewis Carroll–, para que inventara un lenguaje –el de Alicia en el País de las Maravillas– hecho de ambigüedades, paradojas, equívocos y demás variaciones del absurdo, a fin de bombardear con ingenio la monotonía de nuestro sentido común. La del otro, al final del siglo XX –Alexander Grothendieck, sin duda el matemático más importante de los últimos tiempos–, que renunció al esplendor de la celebridad, y luego renunció a seguir publicando sus investigaciones, y por último renunció al mundo y se recluyó en silencio durante veinte años, en los que dejó por escrito el testimonio de las revelaciones que le iban siendo suministradas a través de la experiencia de los sueños, y que lo condujeron a la fuente misma de la creatividad y de la belleza.